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Pequeña América de bolsillo: Mis ciudades viejas y solitas (Fragmento).
 
 
 
 
 

 

 

 

 

Autor: Gerardo del Río Olivera

Primera edición 2018

 

 

 

 

CIUDADES DISTANTES 
 
Cuando dejé atrás a otra ciudad

No más cumplidos y mujeres dormidas

La boca arenosa de una playa masticó mis pies

La risa fue ese último cosquilleo de la arena

Cuando la ciudad quedó atrás

Los riachuelos se llenaron de agua clara

La distancia dio su parte/ y a lo lejos ves mi nuca

Yo me voy  y  la ciudad queda atrás

Las bestias permanecieron atrapadas en los papiros

…Frescas en la tintura de luz y sombra

La lluvia cae en cada plazoleta

y los hombres se esconden temerosos tras la persiana

por ver a un  gigante esquivando edificios

Hace frío pero no en mi cuerpo

La risa es leche caliente que sonroja los rostros

Cuando la ciudad quedó atrás

Otra vez me abandoné en mi mundo

Sobre la carretera los relámpagos son bengalas

y advierten el resplandor de la capa de ozono

Cada día es una lesión que se abre y nos avisa

¡Llegará el fin de este espacio!

Mi cuerpo al esparcirse como polvo en la biosfera.  
 
 


 
PENSAR EN UNA MUJER 
 
Esta ciudad me hizo pensar en una mujer

Esta mujer en muchas que se fueron

Muchas de ellas que escribieron mis hábitos

Hábitos que educaron mi percepción con arquetipos  

Los arquetipos se resumieron todos en un momento

…Una mujer cruzó frente a mí

y una vez más/ otra ciudad inmensa y ajena se detuvo ante mis ojos

Los símbolos de la naturaleza son sólo ciclos que trascurren en la calle. 
 
 
 
 
CIUDADES VIEJAS Y SOLITAS 
 
1                                                                                                       2             En el agua como pétalos caen lágrimas de gente hacia el océano

Te absorbió la ciudad y su rutina solitaria Absorbió tu cuerpo                                                                                         Terrón de azúcar Pasitos que se bebió la espuma                                          Tus lágrimas Luego  frío y palidez                                                                              

en punta de tus dedos

en cada uno de esos que se llaman tus dedos

Eres amor como en otras noches           Huellas de agua en la ducha ¡Mira como se ilumina nuestra ciudad a lo lejos!     En el mar permanece la mirada de una amante

Penélope serías                                          ¿Qué es lo que aguardas?  ¡Entra ya!                                                                                     Hace frío. 
 
 
 
 
 


TANGO 
 
Para manejarse con una porteña hay que aprender  

las artes negras del tango

Negras porque el tango proviene de África

El sortilegio de nuestras manos que aprietan

que aprisionan/ que operan la prestidigitación

sobre la cintura fina de una flaca porteña

Hay oposición al mirar    al girar    al tentarse

como cuando uno quiere juntar dos imanes  

del mismo polo/ hasta que sin darnos cuenta

uno de ellos cambia de lugar  

y se abrasa al otro en un choque de cuerpos

El hombre marca el ritmo / La mujer lo mira con altivez o dulzura Y ese semblante/ esa boquita seria del lunar oscuro

teje un beso con el hilo invisible de sus pliegues

Nos dice sin ejercer expresión ¡Aquí me tenés! ¡Ven y controláme!   ¡Decime  por qué elegí a vos!

¿Sólo por tus palabras? ¡Zanatero/ chamuyero!

¡Los hombres no hablan/ sólo saben moverse!

Y al despertar / La naturaleza es esa unión sencilla

Quizá nos amemos Quizá sólo dormimos solos/ Acompañados   ¿Acaso creyendo en el amor?

La energía sexual proviene de las pampas  

Caminar cargante/ gallardo

tan Martín Fierro/ si es que lo clásico aún estremece

Sin discutirlo la mujer se va y el hombre con el pie la detiene Porque se baila como se desea/ como se conversa

En cada encuentro sobre el mismo lugar  
En ese supuesto de coincidencias obvias  

Sin  cambiarse los teléfonos    

Si nos seguimos frecuentando

Al encontrarnos por primera vez  

Sonriéndonos en aquella esquina de Dorrego  

Si nos juzgamos enamorados / Esa cuestión reflexiva

Escribir nomás ya nos pone sensibles       Calientes…

La mecánica del tango es la ciencia del amor porteño.   
 
 
 
 
DE ENGAÑOS ETIMOLÓGICOS Y VERDADES DE RUTINA 
 
El negocio de amar  

se parece a un caballo emplumado

a un cáliz repleto de algodón

agua pura con un poco de amoniaco

El negocio de amar en cambio / es pernicioso  

Lleno de caminos encrespados

Agua perfumada que se evapora en desnudos juveniles

Hay mujeres blancas/ hay pieles morenas

Trigueñitas voluptuosas  

Hay pequeñas gatitas encantadas

Hay perfume de violetas y amoniaco

El mismo túnel  y si la etimología me lo permite quito la “a” mostrando la voz genuina de su patente

en este tiempo ó en el pretérito

¿Cómo le hacemos para seguir andando?  

El amor le pertenece a la muerte. 
 
  

 


 
SOBRE MIS SENTIMIENTOS 
 
La soledad es una mujer vestida de encaje negro

con cara de culo/ que se encarga de apestarme la fiesta

Le gusta parir de noche a los espantos y alebrijes chilladores

que han hecho una mierda todas mis relaciones de pareja

y a los frutos más frescos de cada temporada/ año con año

Si no fuera tan temible me reiría pero de mí mismo

y si ahorita estuviera presente le sonreiría por compromiso

Pero yo pienso que es muy desolada y tenebrosa

y más fría en los hombros que un tempano en invierno y en la Antártida

Es posesiva como el mar lo es con los tesoros/ los brujos y los marineros

Y yo le digo a cada amor/ “hasta siempre”/ y el barquito se pierde a lo lejos

No soy yo/ no soy ni su contorno/ La soledad camina por cubierta Mi timón… Pura bohemia/…Recuerdos de mi perpetuo adiós. 
 

 


 
LA MURALLA COLONIAL DE CARTAGENA 
 
Anoche te destruí

Me deshice de todos tus sueños conmigo

Trituré la ternura como una plancha al ternero

Hice mierda tu buen humor que atrae al público

El cuento se repite/ herede vacios/ adquirí otros

Soy como mi padre/ mismo patrón de conducta/ etcétera

Tanto daño te he hecho en tan poco tiempo ¡Merezco el guinness! Si la muralla de Cartagena se desplomara en este momento

tu quehacer sería heredarme los escombros  

Pero yo sólo recogería de los cadáveres /  dedos con anillos

Te acariciara con el crepúsculo de mi palma el cabello

Te cuchichearía/ “Duerme amor/ para eso están las vacaciones

Tu respiración suave me relaja / y tu sonrisa es una chimenea alivia el cáliz de mi mal genio y  a mi duende con alma torcida” Esta ciudad está amparada por un gran murallón

Todos los piratas famosos que leímos en los relatos se pasearon por aquí

Todas las noches nuestras sabanas sucias se humedecen/ pues se averió el ventilador de este derruido y barato hotel familiar… 
 
 

Continuará...

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